El ajo, cuyo nombre científico es Alium Sativum, es originario de Asia Central, y ya desde la antigüedad son conocidos sus efectos beneficiosos para la salud.
Los egipcios lo utilizaban como alimento para los esclavos que trabajaban levantando las pirámides. En Grecia, los atletas olímpicos los masticaban antes de competir, e incluso en Roma se llegó a decir que era un potente afrodisíaco.
El ajo es una de las plantas presentes en la medicina natural. Sus propiedades medicinales son debidas a un aceite etéreo afrutado que contiene como elemento más activo, una sustancia con propiedades muy parecidas a la penicilina que se llama Alicina, y a la que se debe su poder bactericida.
Numerosos estudios científicos revelan que el ajo puede producir en el organismo los siguientes efectos beneficiosos:
- Hipotensor a dosis altas: su consumo frecuente produce la vasodilatación, lo que hace a la sangre fluir con mayor facilidad y así disminuye la presión sanguínea, siendo ideal para personas que han padecido o quieran prevenir trombosis, embolias o accidentes vasculares.
- Hipolipemiante, ya que disminuye el colesterol LDL (el nocivo para el cuerpo).
- Es diurético, favorece la eliminación de líquidos.
- Tiene efecto expectorante por aumentar las secreciones bronquiales.
- Estimula las mucosas gastrointestinales, provocando un aumento de las secreciones digestivas y de la bilis.
- Antihelmíntico: el ajo ayuda a eliminar las lombrices intestinales, algo muy habitual en los niños pequeños.
El ajo ha sido desde tiempos inmemoriales un producto indispensable en la cocina mediterránea. Es el principal ingrediente en algunas salsas como el famoso Alioli, además de estar presente en platos tan conocidos como el gazpacho andaluz. El ajo está siempre presente en nuestra cultura gastronómica. Sin embargo, además de por su sabor característico, es muy apreciado por sus propiedades beneficiosas, como las siguientes:
- Expectorante y descongestionante, por producir un aumento de la secreción bronquial.
- Diurético.
- Vasodilatador, mejorando la circulación de la sangre por vasos y capilares, lo que ayuda a disminuir la tensión arterial y es beneficioso para el corazón.
- Estimulante de la mucosa intestinal, provocando además un aumento en las secreciones digestivas y de bilis, lo que favorece la digestión, especialmente de las grasas.
- Antiséptico, fungicida y bactericida gracias a la acción de la aliína, un aceite esencial que también es el causante de su fuerte olor al transformarse en alicina.
Información nutricional (por 100g):
Calorías |
95 |
Proteínas |
4.4 g |
|
|
Carbohidratos |
|
Total............. |
29.3 g |
Fibra |
1.1 g |
|
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Grasas |
0.2 g |
Calcio |
32 mg |
Fósforo |
94 mg |
Hierro |
1.2 mg |
Vitamina A |
5 UI |
Vitamina B1 |
0.297 mg |
Vitamina B2 |
0.061 mg |
Vitamina C |
10.2 mg |
Cultivo:
-Clima: Necesita mucho sol, ambiente seco y ventilado.
-Suelo: No debe encharcase y debe ser rico en materias orgánicas.
-Siembra: se produce en otoño o principios de primavera. Se siembran los dientes con la parte puntiaguda hacia arriba a ras de tierra.
-Cuidados: No se debe regar en exceso y se les deben quitar regularmente las malas hierbas.
-Recolección: Se desentierra el bulbo cuando la planta está seca. De cada diente plantado obtendremos una cabeza.
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Categorías de los ajos blanco y morado según su calibre.
Blanco:
Elefante |
> 68 mm. |
Jumbo |
62 - 68 mm. |
Extraflor |
55 - 62 mm. |
Superflor |
50 - 55 mm. |
Flor |
45 - 50 mm. |
Primera |
37 - 45 mm. |
Morado:
Extraflor |
> 55 mm. |
Superflor |
50 - 55 mm. |
Flor |
45 - 50 mm. |
Primera |
37 - 45 mm. |
Segunda |
< 36 mm. |